16 julio 2009

¿Agotada todo el tiempo?

Evita la fátiga crónica con terapias complementarias. En la actualidad se le conoce como un mal crónico contemporáneo que es común que lo tengan personas entre los 20 y 40 años. 

Entre los signos que identifican al síndrome de fatiga crónica está mostrar un cansancio persistente que no desaparece aún cuando se descanse además de tener dolor en músculos y articulaciones, indisposición física en general así como problemas con el sistema digestivo o mostrar una elevada sensibilidad a estimulantes diversos o a alimentos además de una inhibición del funcionamiento del sistema inmunológico.



Hoy día se utilizan terapias alternativas a la par de la medicina alópata para ayudar a quien presenta estos síntomas a volver a su ritmo de vida normal; entre lo más funcional se encuentra las flores de Bach, la práctica de yoga o la programación neurolingüística.

Alternativa de ayuda


Las flores de Bach procuran mantener una mejor disposición emociona para evitar la afección física, en cambio la programación neurolingüística ayuda a controlar el cuerpo a través de programas mentales de bienestar. Su premisa es que si se piensa en estar bien, entonces se puede erradicar del cuerpo la creencia de malestar y así, reestablecer la condición de salud corporal que en la mente se produce.

En el caso de la práctica del yoga, se consigue conjuntar el trabajo mental a través del físico para alcanzar un estado de equilibrio que produce paz interior y una armonía en el organismo, con el que se combate la condición inadecuada en la persona y la revitaliza para funcionar adecuadamente en su vida diaria.

Las tres terapias alternativas separadas o en conjunto, han logrado dar resultados efectivos ante los síntomas de este malestar contemporáneo.


Fuente: mundo52